Cantata de tamarindos en su salsa

Foto exclusiva para "Concierto sobre el fuego" de David Britton

Esta tarde se mece con el sonido
de tamarindos maduros,
desprendiéndose de su cáscara
agridulces y carnosos.


Esta tarde se asoma tímida, con pocas brisas,
mete su rostro entre las ramas,
juega al escondido conmigo,
juega a ser niña
mientras yo intento volver a serlo.

Gajos interminables del exótico fruto,
gajos interminables de dulzón y acidez,
de viscosa pulpa dispuesta
a dejarse transformar en jalea, mermelada,
raspa´o, dulce casero, auténtico refresco,
salsa para carnes, bolitas como pasabocas
o sencillamente dejándose degustar
al quitarle sus ropajes.

Cantata de tamarindos,
tamarindos en su salsa,
equilibrada pero explosiva sensación,
y yo acunada en su encanto,
descanso, medito, sueño, recuerdo, vivo;
y yo extasiada en sus agridulces carnosidades,
río, brinco, me escondo,
juego a ser descubierta,
soy niña otra vez.

Del Capítulo: A fuego lento 
 -de los arraigos y del rescate
de nuestra identidad Caribe,
a través de la cocina-

Concierto sobre el fuego


© Dina Luz Pardo